Las 4 claves para un buen arrendamiento
El arrendamiento, conocido coloquialmente como renta, es un contrato por virtud del cual una persona le concede a otra el uso o goce de una cosa, quien a su vez se obliga a pagar un precio por ese uso. En el campo de los inmuebles, es lo que conocemos como la renta, en la cual alguien ocupa un bien raíz a cambio de pagar una cantidad determinada, generalmente por meses.
Martes, 15 de mayo de 2020
Por Juan C. Trueba
El arrendamiento es un contrato muy común y utilizado en la vida cotidiana de las personas. Probablemente muchos de ustedes han estado involucrado en uno. Así como cualquier contrato, puede haber confusiones, discrepancias o malentendidos, que si no se resuelven, pueden representar un dolor de cabeza tanto para el propietario o arrendador como para el arrendatario o inquilino. LO PEOR QUE PUEDE PASAR EN UN ARRENDAMIENTO, ES LLEVAR UNA MALA RELACIÓN CON LA OTRA PARTE, LA CUAL CASI SIEMPRE SE DERIVA DE COSAS IRRELEVANTES Y SE CONVIERTE EN UN PROBLEMA PERSONAL. Por lo anterior, les presentamos estos consejos, de tal forma que puedan evitar pasar ese mal rato:
1. La clave: buena comunicación
Este punto, el más importante, puede parecer muy obvio y fácil, sin embargo la mayor cantidad de problemas que hemos notado, provienen de la falta de comunicación. Si se van a hacer cambios, si existe algún problema, si necesitas terminar antes el contrato, cualquier observación, sugerencia, etc., TODO, siempre es mejor comentarlo y lograr un acuerdo en base a las necesidades de cada situación. Hemos observado que mucha gente, ante el miedo de comentarle a la otra parte, ese tipo de inquietudes u observaciones, mejor deciden hacerlo sin avisar y ello conlleva a problemas mayores.Si quieres negociar algo por situaciones extraordinarias que se te presentaron, dilo e intenta negociarlo. Hacer las cosas por decisión propia, puede conllevar a romper la relación o incluso, un incumplimiento de contrato, lo cual puede generar desgaste y pérdidas para ambos.Así que, ante todo, comunica a la otra parte y siempre intenta llevar una buena relación, ya que eso se traduce en evitar orgullos, malentendidos y cualquier tipo de problema.
2. Todo por escrito
Es obligatorio que sea por escrito, ya que así lo marca la ley. Sin embargo, más allá de eso, siempre se debe poner todo en un contrato firmado, ya que lo que no está escrito, se puede olvidar muy fácilmente por cualquier cosa que suceda en el futuro.Si se platicó de alguna situación especial, como lo es quitar algún mueble o hacer cierto cambio, pagar de cierta forma, condiciones como una mascota, un estacionamiento y cualquier cosa, todo debe ponerse por escrito y de esa forma protegerse ambas partes.
3. Flexibilidad
Para una buena relación en el arrendamiento, es básico ser flexible ante ciertas demandas de la otra parte. Si te vas a retrasar unos días en el pago de la renta, coméntalo y seguramente no habrá problema alguno. Eso no quiere decir que todos los meses sea lo mismo, ya que ahí pueden empezar los problemas.Si se necesita reparar algo, platiquen la forma de hacerlo más fácil y siempre entender que la otra parte puede tener otras cosas, lo cual puede demorar un tiempo lo que se necesita.
La frase de “unas por otras” toma relevancia, en el sentido de que nunca sabemos qué podemos necesitar en el futuro. Si tú no eres flexible con algo así, la otra parte se encargará de hacerte la vida imposible cuando tú lo llegues a necesitar y es obvio.
Por eso, esta flexibilidad de ambas partes es fundamental para continuar con la buena relación. Con una sola vez que una parte no ayude a la otra, es suficiente para romper con todo tipo de tratos amistosos y ahí es el comienzo de la pesadilla.
4. Cumplir cada quien con lo que le toca
El arrendamiento es muy fácil. Debemos respetar a la otra parte y cumplir con lo que nos toca. A uno le toca pagar puntualmente, cuidar el bien y usarlo cómo debe de ser y al otro respetar el uso y mantenerlo en buen estado. Si cada quien cumple con su parte, la otra parte lo hará también.
Por el contrario, si una parte falta a su cumplimiento, la otra intentará incomodarlo, hasta el punto de un pleito legal, lo cual nunca conviene a nadie.Por lo anterior, un buen contrato, que contenga los derechos y obligaciones de cada quien y que sea muy claro, es clave para que cada quien sepa de antemano lo que le corresponde.
Conclusión
El arrendamiento es un contrato muy común, que casi todos realizaremos a lo largo de nuestras vidas.
Es un contrato muy fácil de cumplir, si se tiene la disposición de hacerlo.
Hablar y comunicar con la otra parte, hace la diferencia. Siempre hay que intentar negociar con la otra parte, antes de tomar decisiones unilaterales.
Llevar una relación sana es fundamental.
Evitar confrontaciones ante todo. De los peores problemas que hemos observado, derivaron por romper la relación arrendador-arrendatario. Es algo que desgasta mucho a ambas partes y en que ya solo por orgullo, se prefiere perder, solo por dañar a la otra parte. Se convierte en un problema personal.
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